Respuesta concisa:
Después de que la
caravana de los cautivos de Karbalá fue llevada a Siria, la honorable señora
Zaynab (P) dio un valiente discurso en la reunión de Yazid. Ella alabó a Dios y
envió saludos a Su Profeta (PBD) y luego recitó algunas aleyas coránicas acerca
del destino de los opresores. Criticando a Yazid por sus crímenes, ella le dijo
que su Califato y poder no eran una virtud ni una gracia divina; sino una
desgracia por la que cometería más pecados y recibiría más castigos.
Detailed Answer:
En la reunión de
Yazid, cuando la honorable señora Zaynab (P) vio la cabeza ensangrentada del
Imam Husain (P), gritó con una voz afligida y dijo: “¡Oh Husain!, oh amado
del Profeta de Dios (PBD); oh hijo de La Meca y Mina; oh hijo de Fátima al-Zahra,
la dama de las mujeres del mundo; oh hijo de la hija de Muhammad al-Mustafa”.
El narrador ha
informado lo siguiente: Juro por Dios que con esta llamada de Zaynab (P), toda
la reunión reventó en lágrimas y todos empezaron a llorar, e incluso Yazid tuvo
que permanecer callado. Entonces, Yazid ordenó que le trajeran un palo de bambú
y empezó a golpear los labios y los dientes de la cabeza del Imam Husain (P).
Abú Barza Aslami, que era uno de los compañeros del Profeta (PBD), estaba
presente en esta reunión y al ver esta escena, se dirigió a Yazid, diciéndole: ¡Oh
Yazid! ¿Golpeas los dientes de Husain, el hijo de Fátima? He visto con mis
propios ojos cómo el Profeta (PBD) besaba a Husain y a su hermano Hasan mientras
que decía: “Vosotros dos sois los señores de los jóvenes del paraíso. Que Dios
mate a los que os matan, que los maldiga y los ingrese en el fuego del
infierno; y el fuego del infierno es (de hecho) la peor morada.” Yazid se enojó
con estas palabras y ordenó que Abú Barza Aslami saliera de la reunión.
En aquellos días, Yazid
estaba intoxicado con su asumida victoria en Karbalá y comenzó a recitar
algunas líneas de poesía. Irónicamente, estas líneas les mostraron a todos la
falta de fe de Yazid y de los Omeyas en el Islam. En una parte de este poema,
Yazid dijo:
"Ojalá mis
ancestros que fueron asesinados en la batalla de Badr estuvieran presentes hoy y
vieran que la Tribu de Jazray sufre dolores de flechas. Ojalá estuvieran aquí
hoy y se sintieran felices, diciendo: ¡Oh Yazid, bien hecho! Tú has conseguido
nuestra venganza por el día de Badr de los hijos de Ahmad”. [1][2]
Fue entonces cuando
la Señora Zaynab (P) se levantó y pronunció un valiente discurso frente a toda
la multitud. Ella dijo en su discurso:
Dios y Su Mensajero
(PBD) han dicho la verdad cuando dijeron: “El final de quienes hicieron
el mal fue desmentir las señales de Dios y burlarse de ellas”. [3]
“No pienses que
la posesión de esta regla, este Palacio y esta riqueza es una gracia divina
para ti. Tú eres uno de aquellos a quienes Dios ha dejado libres hasta que la
carga de sus pecados se haga más pesada; y es entonces cuando Dios te privará
de todo lo que tenías arrojándote al fuego del infierno. ¿Realmente, has
olvidado las palabras de Dios cuando dice: "Que aquellos que no
creen, no piensen que si les damos un plazo es para su bien. En verdad, les
concedemos un plazo para que acumulen malas acciones. Para ellos hay un castigo
humillante”.[4]
A continuación, la
honorable señora Zaynab (P) comparó el comportamiento del Profeta (PBD) y la
forma en que trató con los antepasados de Yazid durante el día de la Conquista de
La Meca. El Profeta (PBD) los acabó perdonando a todos ellos [a pesar de que
eran culpables de terribles crímenes]. Ella, entonces comparó esto con las
atroces acciones de Yazid diciendo:
“¡Oh, hijo de los liberados!
[5] ¿Es justicia que tus mujeres, hijas y esclavas estén sentadas en los
asientos de honor; mientras que esclavizaste a las nietas del Profeta (PBD),
las despreciaste, silenciaste sus gritos y permitiste a los hombres llevarlas
de una ciudad a otra en la espalda de los camellos, y dejaste que la gente se
reuniera desde todas partes para mirarlas y burlarse de ellas?
¿Qué podemos
esperar de un hombre como tú, cuyo corazón está lleno de rencor contra
nosotros? Tú estás diciendo que deseas que tus antepasados, que fueron
asesinados en la 'batalla de Badr', estuvieran aquí ahora, y entonces procedes
a golpear los dientes del hijo del Profeta (PBD) con un palo. ¿No se te ocurre pensar
que has incurrido en un gran pecado al derramar la sangre de los hijos del
Profeta (PBD) y la familia de Abd al-Muttalib; quienes eran estrellas
brillantes de entre la gente de la tierra? Pido a Dios que nunca estés feliz, y
debes saber que pronto estarás frente a la justicia de Dios, y es allí cuando
desearás estar ciego y mudo, y no haber visto aquel día, y no haber realizado
estos crímenes.
¡Oh Dios! recupera
nuestros derechos y véngate de aquel que nos ha oprimido. Ten ira con aquellos
que derramaron nuestra sangre y mataron a nuestros compañeros. Oh Yazid, juro
por Dios que con este crimen te has lastimado a ti mismo. En el día de la Resurrección
te encontrarás con el Mensajero de Dios (PBD) con una gran miseria y humillación
por lo que has cometido al derramar la sangre de los descendientes del Profeta
(PBD) y deshonrar a las mujeres de su familia. Aquel día, Dios los reunirá a
todos ellos y recuperara sus derechos. No has escuchado la aleya coránica que
dice: “Y no creáis en absoluto que aquellos que han sido matados en la
senda de Dios están muertos. Sino que están vivos y provistos de todo junto a
su Señor.”[6] Es suficiente que pronto te presentes ante la justicia
de Dios, donde su Profeta (PBD) te desafiará y el Ángel Gabriel lo apoyará y dará
testimonio en su favor. Muy pronto, el que te permitió gobernar sobre los
musulmanes llegará a saber qué castigo severo le espera a los opresores y entenderá
que la posición de los opresores es la peor posición y que ellos serán los más
débiles.
Entonces, la honorable
señora Zaynab (P) concluyó su discurso con las siguientes palabras:
Si mi destino me
ha convertido en una mujer cautiva traída ante ti, no pienses que yo considere
algún valor para ti. Yo no veo que seas lo suficientemente digno como para
escuchar mis palabras. Sin embargo; si estoy hablando contigo, es porque en
esta situación no tengo otra opción. ¿Qué puedo hacer;
mientras que mis ojos están llenos de lágrimas y mi corazón está lleno de dolor?
Después de la
muerte de Husain (P), un grupo de los mejores siervos de Dios fueron matados
por el partido de Satanás y los esclavos liberados por el Profeta (PBD). Si
piensas que al matarnos y tomarnos como prisioneros, has alcanzado el triunfo,
entonces pronto verás que lo que pensaste como tu triunfo fue realmente tu
pérdida. En ese día (el Día del Juicio), sufrirás las consecuencias de lo que
has hecho. Juro por Dios que yo sólo me quejo de mi dolor y de mi tristeza ante
Dios y solo confío en Él.
¡Oh Yazid! Haz lo
que quieras ¡Realiza cualquier truco que desees hacer! ¡Reúne a cada enemigo
que puedas reunir! Juro por Dios que esta desgracia que ha caído sobre ti y
esta mancha oscura nunca podrán ser borradas. Has de saber que la maldición de
Dios es para los opresores.
“Doy
las gracias a Allah por haber comenzado la vida de esta familia con
misericordia y felicidad, y por haberla terminado con el martirio y el honor.”
[7]
Este intenso
discurso es uno de los discursos más elocuentes y valientes de la historia del
Islam. Era como si el espíritu del Imam Alí (P) estuviera allí hablando a
través de ella. De hecho, a través de sus sermones, Zaynab (P) mostró que había
heredado el valor y la elocuencia de su padre. Cuando examinamos este discurso,
podemos extraer de él los siguientes siete temas principales:
1. La honorable
señora Zaynab (P) destruyó por completo el sentido de la arrogancia y el
orgullo de Yazid a través de pruebas fuertes y coránicas en su sermón tan
elocuente. Dirigiéndose a Yazid, ella mencionó en una parte de su discurso: “No
pienses que la posesión de esta regla, este Palacio y esta riqueza es una
gracia divina para ti. Tú eres uno de aquellos a quienes Dios ha dejado libre
hasta que la carga de sus pecados se haga más pesada; y es entonces cuando Dios
te privará de todo lo que tenías arrojándote al fuego del infierno.”
2. A continuación,
la honorable señora Zaynab (P) comparó el comportamiento del Profeta (PBD) y la
forma en que trató con los antepasados de Yazid durante el día de la Conquista
de La Meca. El Profeta (PBD) los acabó perdonando a todos ellos [a pesar de que
eran culpables de terribles crímenes]. Ella, entonces comparó esto con las atroces
acciones de Yazid como matar al nieto del Profeta (PBD), cortando su cabeza y
las cabezas de sus compañeros; así como la cautividad de los miembros de su
familia y su exhibición en diversas ciudades.
3. En el tercer
segmento de su sermón, la honorable señora Zaynab (P) le recordó a Yazid por
sus blasfemias donde demostraban su falta de fe en Dios. Ella le aseguró a
Yazid que pronto se uniría a sus antepasados en el Infierno.
4. A continuación,
se refirió a la elevada posición de los mártires de Karbalá, en particular a
los de la familia del Profeta (PBD). Ella explicó cómo era un honor tener una
familia como la familia de Ahlul-Bait (P).
5. En este sermón,
la honorable señora Zaynab (P) se refirió a la Corte de la Justicia Divina, la
que espera a Yazid por los diversos crímenes que ha cometido. En esta Corte,
Dios va a juzgar, y el Profeta (PBD) y los ángeles estarán allí presentes para
dar testimonio contra Yazid; y es obvio cuál será el veredicto de este juicio.
6. A continuación,
la honorable señora Zaynab (P), con una alta autoestima, trató de humillar a
Yazid diciéndole: “Si mi destino me ha convertido en una mujer cautiva traída
ante ti, no pienses que yo considere algún valor para ti. Yo no veo que seas lo
suficientemente digno como para escuchar mis palabras. Sin embargo; si estoy
hablando contigo, es porque en esta situación no tengo otra opción.”
7. En la última
parte de su sermón, la honorable señora Zaynab (P) dio gracias a Dios por Sus
incontables bendiciones otorgadas a la familia del Profeta (PBD), y dijo: “Doy gracias
a Allah por haber comenzado la vida de esta familia con misericordia y
felicidad, y por haberla terminado con el martirio y el honor.” [8]
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